Para centrarnos en explicar cuándo prescribe una deuda financiera lo primero de todo es conocer de qué se trata exactamente este tipo de deuda. Definiéndolo como concepto la deuda financiera es el conjunto de créditos recibidos de bancos y otros acreedores, como los obligacionistas, que responden a operaciones puras de aportación a fondos. Resulta ser la suman de la deuda bancaria y de las emisiones de títulos, a corto y a largo plazo, que tenga una empresa. Sin duda se trata de la medida principal de apalancamiento de las empresas y entre ella distinguiremos dos tipos más adelante; deuda financiera bruta y deuda financiera neta.
Además es importante reseñar que este tipo de deuda es aquélla que conlleva un coste explícito, como puede ser la que se contrae con las entidades financieras o la emitida por una empresa en los mercados financieros.
Ante esto vislumbramos que el coste de una deuda financiera puede resultar ser también de dos tipos:
- Coste variable. Cuando hablamos de costes van asociados a tipos como puede ser el Euribor o incluso el Libor. Estos costes van asociados a una de estas variables de referencia. Por incluir un ejemplo, si abrimos una cuenta de crédito a corto plazo y asociada a un Euribor + 100 puntos básicos, esto significará que pagaremos por ese crédito que se ha firmado lo que cotice el propio Euribor en la fecha que se haya estipulado su revisión más los 100 puntos básicos firmados.
- Coste fijo. Por otra parte el otro coste es el fijo. Este tipo de coste para una empresa puede estar asociado a la emisión de un bono. Estos bonos son una forma de financiación que tienen las empresas para con los mercados. Esto corresponde o compromete al pago de un porcentaje fijo, firmado, siendo ese su coste fijo asociado también a un plazo determinado.
Prescripción de las deudas financieras
Cuando hablamos de prescripción de deuda normalmente todas ellas tienen asociadas unos plazos que están fijados y en tiempo se revisan. En este caso las acciones judiciales para reclamar las deudas bancarias como es la que nos ocupa en este post, prescriben o se extinguen en un plazo de cinco años, tanto para reclamar los intereses como la deuda principal. Esto se aplica a las deudas por préstamos no hipotecarios concedidos por las entidades bancarias dentro de los que también se incluyen las deudas que tengan que ver con las propias tarjetas de crédito.
Ya conocemos por tanto ese plazo, en un máximo de cinco años las acciones para reclamar judicialmente esas deudas financieras prescriben y quedarán extinguidas. La morosidad es uno de los principales problema asociados al tema de la financiación y los negocios en nuestro país y por ello es tan importante conocer con quién realizamos o firmamos acciones comerciales o a quién estamos dispuestos a financiar.
Asociado a la deuda también es importante poner el foco en los riegos de la propia deuda financiera que nos compete. En el momento de analizar una empresa y el origen de su deuda hay que distinguir entre dos tipos de riesgos; uno de origen comercial y otro de origen financiero puro que ahora describiremos con más detalle. La figura del Banco de España también es importante cuando hablamos de deuda financiera, ya que las facilidades crediticias concedidas deben ser informadas a la CIRBE, distinguiendo en ese informe de los dos posibles riesgos definidos:
- Riesgo con origen comercial: este tipo de riesgo está asociado a las líneas de descuento de papel de los Bancos o las más conocidas como operaciones factoring, donde se realizan anticipos de créditos comerciales. Operaciones tan comunes y a la orden del día como pueden ser las letras o los pagarés.
- Riesgo con origen financiero puro: es momento de hablar de este otro tipo de riesgo asociado a las deudas financieras. Éste es mucho más sencillo de comprender, ya que está vinculado a las operaciones financieras como son los préstamos o cuentas de crédito: es el propio riesgo que el crédito en sí mismo implica.
Tipos de deuda financiera
Al principio del post comentamos que existen dos tipos de deuda asociadas a la financiera. Y es momento de conocerlas y ver las diferencias que existen entre el tipo deuda financiera neta y bruta. Ambos conceptos son básicos a la hora de ver el estado financiero de gobiernos o empresas. Al final es importante tenerlo muy en cuenta sobre todo en épocas de crisis como las que estamos viviendo.
- La deuda financiera bruta es el monto total de deuda. No tiene en cuenta los activos u otros aspectos de deuda financiera. Únicamente consiste en el dinero que se debe, y en el caso de un gobierno, que se debe a sí mismo o con relación a otro país.
- La deuda financiera neta es la que muestra todos los pasivos con los que cuenta una empresa y todo el dinero que debe. Por lo tanto quedan englobadas en esta parte las deudas a corto plazo que son la que se deben pagar antes de un año y también las de largo plazo que son las que se extienden más allá. También puede estar asociado a un gobierno, ya que la deuda neta resta los activos financieros que un gobierno tiene del monto total de la deuda bruta.
En momentos en los que la inestabilidad del mercado lleva a afrontar dificultades en las empresas y también instituciones, las necesidades de financiación se ven incrementadas. Estas necesidades de financiación que describimos se denominan comúnmente fuentes de financiación y está ligadas a los propios activos con los que cuentan las empresas en el momento de firmar esa financiación. En este punto aparecen dos tipos de financiación que son los fondos propios y la propia deuda financiera que nos ocupa en este post. Esta deuda puede ser aportada por diferentes sociedades y normalmente por entidades como la banca.
Esta deuda va asociada a la obligación del pago de unos intereses con la periodicidad que se haya firmado y con relación a la cantidad prestada y al plazo de devolución de la misma.
Con relación a los plazos distinguimos entre dos tipos de deuda financiera que son a corto y a medio plazo y por otro lado a largo plazo.
- Deudas a corto y medio plazo.
- Cuenta de crédito recurrente.
- Crédito.
- Leasing operativo o financiero.
- Descubierto en cuenta.
- Factoring.
- Descuentos de efectos comerciales.
- Deudas a largo plazo.
- Acciones preferentes.
- Préstamos no garantizados.
- Préstamos no garantizados convertibles.
- Empréstitos y obligaciones.
Conocer todo lo posible sobre deuda financiera hará que se tomen mejores decisiones dentro de una empresa llegado el momento de tener que recurrir a ella. El escoger mejor los plazos, las cuantías, y firmar por lo que realmente vamos a ser capaces de devolver es necesario para poder recuperar una salud financiera que permita a nuestra empresa recuperar su éxito. La toma de decisiones con relación a este punto es fundamental. Gestionar un negocio no es tarea sencilla, pero desde el Registro de Impagados Judiciales queremos ponerlo un poquito más fácil dando a conocer todos los detalles, en este caso, sobre la deuda financiera.
Recuerda que el RIJ es una plataforma online pionera diseñada por el Consejo General de la Abogacía, especialmente dirigida a abogados, que les permite optimizar sus tradicionales gestiones de cobro gracias a un proceso automatizado de reclamación de deudas con resolución judicial firme que concluye, en caso de impago, con la publicación de estas en el Fichero de solvencia y crédito RIJ, afectando a la capacidad crediticia y a la reputación empresarial del deudor, que para no ver bloqueada su financiación y sus posibilidades de contratar con terceros deberá proceder al inmediato pago o transacción de la deuda, ya que la información recogida en el mismo se hace accesible para su consulta a todos los colegiados de España así como al sistema financiero y empresarial del País a través de su socio Informa D&B, mejorando la tasa de recobro.